"Enterrado en vida" es una pequeña joya del humor inglés de principios del siglo XX. La historia, versionada miles de veces desde la más remota antigüedad, trata de un famoso pintor, Priam Farll, tímido y un poco extravagante, que de la noche a la mañana decide cambiar de vida. Nadie conoce en realidad su aspecto, excepto una dama de la nobleza con la que estaba en relaciones. Un buen día muere su criado. Confundidas las dos figuras de amo y criado, se certifica la muerte del pintor. Éste lo ve como una oportunidad de comenzar una nueva vida. Pero su decisión traerá consecuencias, trágicas, hilarantes, estrambóticas.
A través de las peripecias de este personaje Arnold Bennett no sólo describe la vida cotidiana y puede que hasta insulsa de la clase media inglesa de su época, sino que también hace un crítica feroz e irónica del mundo del arte, de la Justicia británica, de una sociedad que mira por su propio interés (como el señor Oxford). Bennett ensalza la vida sencilla por medio del personaje de Alice, que podrá no ser una mujer sofisticada, bella y versada en el mundo del Arte pero que es una mujer práctica, que toma la vida como viene y que no se avergüenza de ello. Es el personaje que comprenderá el espíritu del pintor en toda su complejidad, porque Alice no le piede a la vida cosas extrañas, la vida hay que tomarla como viene, ni más, ni menos, y reaccionar según las circunstancias. Este es el mensaje que, desde mi punto de vista, intenta expresar Bennet "Enterrado en vida" un libro de apenas 300 páginas que se lee en un suspiro.
A través de las peripecias de este personaje Arnold Bennett no sólo describe la vida cotidiana y puede que hasta insulsa de la clase media inglesa de su época, sino que también hace un crítica feroz e irónica del mundo del arte, de la Justicia británica, de una sociedad que mira por su propio interés (como el señor Oxford). Bennett ensalza la vida sencilla por medio del personaje de Alice, que podrá no ser una mujer sofisticada, bella y versada en el mundo del Arte pero que es una mujer práctica, que toma la vida como viene y que no se avergüenza de ello. Es el personaje que comprenderá el espíritu del pintor en toda su complejidad, porque Alice no le piede a la vida cosas extrañas, la vida hay que tomarla como viene, ni más, ni menos, y reaccionar según las circunstancias. Este es el mensaje que, desde mi punto de vista, intenta expresar Bennet "Enterrado en vida" un libro de apenas 300 páginas que se lee en un suspiro.
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