Un día serás feliz pero, primero, la vida te enseñará a ser fuerte.
Con esta sucinta
frase Roberta Mezzabarba nos resume su libro LAS CONFESIONES DE UNA
CONCUBINA. Ya sabemos a lo que atenernos, estamos frente a un libro
que promete ser duro, que, seguramente, hablará de la vida de una
mujer a la que le pasan cosas terribles, que esa mujer (como se suele
decir) tendrá que luchar para alcanzar su equilibrio y la felicidad.
Pues habéis dado en
el clavo. Misia no es feliz, desde su más tierna infancia ha
intentado contentar a las personas que le rodean; es decir, ha
supeditado su personalidad y sus deseos a los de los otros. Ella no
sabe, en estos momentos, que ha sido un error. Las ansias por agradar
la han convertido en una persona frágil, sin pensamiento propio, sin
voluntad. Se casa porque tiene que hacerlo, las mujeres deben
casarse, por lo menos ELLA debe casarse. Y, como sucede a menudo en
estos casos, lo hace con el hombre equivocado.
Misia comienza su
vida con ilusión: tiene un marido, tiene un trabajo y además se ha
quedado embarazada. Parece la vida perfecta para una mujer. Pero
intentar contentar a los otros a costa de la propia felicidad nunca
es una buena idea. La gente cambia, quien te prometió amor y respeto
se frustra con la vida cotidiana y comienza a mostrar su verdadera
personalidad y, como sucede algunas veces, esta frustración la paga
con la persona más cercana. Misia encuentra una solución: escribir
sus pensamientos en una libreta. Ya que no tiene a nadie con quien
compartir sus dudas, sus miedos, sus ansias de libertad, decide
escribir, este cuaderno será, durante mucho tiempo su mejor amigo.
La pérdida del
hijo, las continuas peleas y desprecios del marido, la desilusión de
verse utilizada sin ningún pudor por un compañero de trabajo,
llevarán a Misia a una situación que parece no tener salida. A
veces, en estas historias, aparece un ángel guardián, y Misia lo
encuentra en otra mujer. Una mujer que la comprende y la ayuda frente
a una familia que la desprecia y que, como siempre desde que
recuerda, sólo ha querido aprovecharse de ella.
LAS CONFESIONES DE
UNA CONCUBINA es una historia de superación de los propios miedos,
una historia que nos llegará al alma y en la que muchas podrán
reconocerse, una historia que nos enseña que nada es imposible, que
resistir a aquello que nos hace daño y luchar es el camino correcto
para salir del agujero oscuro que parece no tener fin.
Lo que me gusta de
los libros de Roberta Mezzabarba, ya sea en “La larga sombra de un
sueño”, “Lazos” o “La confesiones de una concubina” es su
forma de escribir sobre las mujeres, o mejor dicho, sobre la
psicología de las mujeres. Roberta Mezzabarba tiene una sensibilidad
especial para describir la angustia, la rabia, los deseos y anhelos
de las mujeres que se ven constreñidas por factores exteriores a
ellas a llevar a sus espaldas una historia dolorosa, una historia que
forma parte de ellas, pero con la que no están conformes. Es una
historia que las hace sufrir y replantearse su comportamiento frente
a ellas y frente al mundo en el que viven. Pero también es verdad
que este sufrimientos lo superarán, les servirá de ayuda para saber
qué tienen que hacer, cómo deben actuar para cambiar una vida que
les resulta insatisfactoria. Las mujeres de Roberta Mezzabarba pueden
parecer débiles, al principio, pero encontrarán la fuerza
suficiente para salir adelante, una fuerza que tiene su origen en ese
dolor interior que durante años les ha acompañado y que no sabían
que podían superar, hasta que ha llegado el momento justo, ese
momento que pone a prueba su resistencia al cambio, cuando, por fin,
se dan cuenta de que esa resistencia es la que les impide progresar,
se convierten en verdaderas guerreras, ya nadie las podrá parar.
Gracias, Roberta Mezzabarba, por todos tus libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Podedes deixar aqui os vosos comentarios, ideas e suxerencias.
Podéis dejar aquí vuestros comentarios, ideas o sugerencias.
Spazio per scrivere le vostre osservazioni e idee.