sábado, 12 de octubre de 2019

Cuentos del 2000, sinopsis

Cenicienta en el espacio
Cenicienta, hija de un famoso astronauta que a menudo se marcha de casa para ir en misión a lejanas galaxias, vive con su madrastra y sus hermanastras, muchachas abusonas y envidiosas de su belleza.
A pesar de ser obstaculizada por sus hermanastras, pero con la ayuda del ama de llaves Marta, conseguirá confeccionar un vestido de tela ecológica que le permitirá ir a la fiesta del palacio del rey y conquistar el corazón del príncipe.
Pero, ¡ay! El maravilloso tejido ecológico no había sido todavía probado y al filo de la medianoche provocará un completo desastre, obligando a Cenicienta a huir de manera precipitada a casa, perdiendo el zapatito y dejando diseminados pedazos de su hermoso vestido por doquier.
Sin embargo, finalmente el príncipe, equipado con medios de transporte ultra modernos, conseguirá encontrarla y se llegará al consabido final feliz.

Blancanieves y los siete marcianos
Blancanieves, una hermosísima princesa, vive con su madrastra, mujer vanidosa y malvada.
La belleza de Blancanieves supera con mucho la de la reina y esta, rabiosa de celos, encarga a un cazador que la lleve al bosque y la mate.
Blancanieves huye y encuentra refugio en la cabaña de los siete enanitos.
Los enanos trabajan de mineros en la mina de diamantes en medio del bosque y un día, lo que parece ser un gran diamante, resulta que es una astronave marciana con siete pequeños astronautas a bordo.
La llegada de los marcianos, dotados de conocimientos e instrumentos muy avanzados, permitirá a Blancanieves salvarse definitivamente de la amenaza de la Reina y... de encontrar ella misma a su príncipe.

Caperucita Roja y el lobo vegetariano
Tiene problemas el pobre lobo hambriento: la abuela de Caperucita Roja estudia artes marciales, el cazador, amigo de la abuela jamás se aleja demasiado de su cabaña y para colmo del infortunio se dará cuenta a su pesar de que ¡en la cabaña son todos vegetarianos!
Cuando, movidos por la compasión le ofrecen comida él, ¡ay!, deberá contentarse con unas fresas y caldo de verduras.

Son tiempos duros para los lobos modernos.

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Natakallam 'Arabi Hablemos Árabe de Marco Criscuolo - Prólogo

Orígenes y difusión de la lengua árabe

La lengua árabe estándar pertenece a la familia de las lenguas semíticas, a la que también pertenece el hebreo, el arameo, el fenicio y otras lenguas habladas en tiempos pasados en los países del Mar Mediterráneo meridional, en Oriente Medio y en la Península Arábiga. Justo en esta última, en La Meca, se ha transmitido de generación en generación que los miembros de la familia reinante en esta ciudad, los Quraysh, hayan sido los primeros en hablar árabe. Esta es la razón por la cual el Corán fue escrito en esta habla local, que era el idioma del profeta Mahoma, mecano de nacimiento. Esta forma lingüística semítica, mecana, clara y elegante, deriva de la versión utilizada en la magnífica poesía pre-islámica de los tribunales arábicos antes de la llegada del Islam. Cuando el Corán fue escrito, a continuación, se le añadieron puntos diacríticos y movimientos vocálicos así como tonalidades y pronunciaciones estandarizadas para la lectura.

Entre el siglo VII y el siglo XII la lengua árabe se difundió a raíz de las  conquistas árabes en todo el Oriente Medio hasta los confines de la lejana Persia y del Norte de África, donde se yuxtapone a los idiomas locales, hablados por los nativos beréberes.

A través de los siglos la importancia de la lengua árabe crece cada vez más hasta convertirse, en nuestros días, en la lengua oficial de los veintidós países que están adheridos a la Liga Árabe. Además, es una de las lenguas oficiales de dos importantes organizaciones internacionales: la ONU y la Unión Africana.  Como consecuencia el árabe lo hablan un gran número de personas, más de trescientos millones, que viven en el norte de África, en el Oriente Medio y en la Península Arábiga, donde es la lengua oficial de 22 países. Estos países son: Egipto, Libia, Túnez, Argelia, Marruecos, Mauritania, Somalia y Sudán en África; Siria, Líbano, Jordania, Palestina, Irak, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Bahrein, Omán y Yemen en Asia. A estos hay que añadir 8 países en los que es la lengua oficial, pero no es hablada por todos los habitantes, que son: Islas Comores, Chad, Yibuti, Eritrea, Israel, Malí, Níger y Senegal.

No nos olvidemos, además, que, como resultado de grandes migraciones hacia Europa, América y Oceanía, nutridos grupos de árabes, establecidos aquí desde hace generaciones continúan con su tradición lingüística que asegura la presencia del árabe en cada país del mundo.

Cabe señalar, también, que un gran número de personas comprenden el árabe por ser la lengua del culto islámico. La tradición islámica, de hecho, considera el árabe la única lengua que se puede utilizar para los ritos litúrgicos, ya que en ella fueron revelados sus textos sagrados. No debemos olvidar, sin embargo, un discreto número de árabes de religión cristiana, los cuales usan, igualmente, la lengua árabe estándar para el culto y las lecturas religiosas.

Importancia del árabe en nuestros días

Conocer el árabe es muy importante en nuestros días, por muchas buenas razones. Por el elevado número de sus hablantes, para empezar. El árabe, de hecho, es la sexta lengua más hablada en el mundo, incluso más que el alemán y el francés. Además es la lengua oficial de los países que están adheridos a la Liga Árabe, pero también una de las lenguas oficiales de las Naciones Unidas y de la Unión Africana. A esto se añade que el árabe es la lengua litúrgica para más de mil millones de musulmanes, pero asimismo para muchos árabes de religión cristiana.

Otras razones de carácter práctico, por las que sería oportuno conocer el árabe, podrían ser, por ejemplo, un trabajo o un curso de estudios que realizar en un país árabe. Además de esto, conocer el árabe puede ser útil para leer las señales de tráfico, los anuncios publicitarios, los periódicos y los libros, seguir los programas de televisión, comunicarse con los compañeros árabes y con la gente de los lugares turísticos visitados. En particular el conocimiento del árabe puede ser útil a quien trabaja de periodista o de diplomático, en el comercio internacional, en la industria, en las finanzas, en las leyes, en la educación y en las compañías aéreas. Además, los acontecimientos internacionales de los últimos años continúan a estimular el interés de muchas personas para conocer algo más sobre los países árabes, sobre su cultura y su historia y, en consecuencia, se advierte la necesidad de aprender la lengua.

El conocimiento de la lengua árabe es indispensable para estudiar el inmenso patrimonio cultural, histórico y literario de los Árabes. Desde sus inicios, en el siglo VII, el árabe era, y continúa siendo, la lengua en la que han sido escritos famosos e importantes textos de literatura, química, filosofía, medicina, matemáticas y ciencias, que tanto éxito tuvieron en Europa, influenciando incluso a nuestra cultura, tanto en el aspecto cultural como en el lingüístico.


La diglosia en el mundo árabe

Si hablamos de lengua árabe no podemos dejar de referirnos al tema de la diglosia. La lengua árabe, en su sentido más amplio, de hecho, establece una distinción entre la Lengua Literaria Moderna o Árabe Moderno Estándar (MSA) y las variedades dialectales, conectadas a la zona de pertenencia, diversamente influenciadas por lenguas de substrato y por las otras lenguas derivadas de la influencia colonial. El hablante nativo árabe aprende, desde la infancia, la variedad lingüística dialectal de su tierra natal viviendo, por lo tanto, sus primeros años de vida en una condición de dialectalismo, que enseguida se transforma en diglosia. El Árabe Moderno Estándar, de hecho, se aprende más tarde en la escuela, pero también gracias a muchos programas educativos de la televisión, ideados a propósito para instruir a los más pequeños.

Por lo tanto un arabófono usa el MSA:
-Para leer: documentos personales, certificados, libros, periódicos, cartas…
-En los discursos políticos, en contextos formales.
-En los debates, conferencias y ritos religiosos, ya sean islámicos ya cristianos
-En las lecciones de la Universidad
-En los telediarios y en los programa radiofónicos

Usa, en cambio, la variedad dialectal de su propia tierra cuando:
-Habla con los familiares, los amigos y los compañeros de trabajo, en contextos informales,
-Escucha la mayor parte de las canciones modernas
-Se dirige a los camareros, comerciantes, empleados, etc., en conversaciones informales;
-Mira películas, producciones de televisión y teatro locales.

Resulta interesante saber que, cuando se encuentra lejos de su país de origen, un arabófono nativo podría tener que acabar hablando con árabes nativos de una variedad dialectal diferente de la propia. En tal caso la conversación se acercará al MSA compartido o se adopta el dialecto que se cree es más prestigioso, es decir aquel de la capital o aquel de Levante y de la Península Arábiga.


LOS DIALECTOS ÁRABES se subdividen geográficamente de la siguiente manera:
1-      Dialecto Egipcio y Sudanés: hablado en Egipto y Sudán
2-      Dialectos de Levante: hablados en Jordania, Líbano, Siria y Palestina.
3-      Dialectos del Golfo: hablados en Irak, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Omán, Kuwait, Bahrein, Qatar y Yemen.
4-      Dialectos del Norte de África: hablados en Libia, Túnez, Argelia, Marruecos y Mauritania


Jefe de obra de Michele Accattoli - Primeras páginas


A vosotros, jefes de obra, os digo que debéis ser, sin ninguna duda, los promotores de la obra; la mente impersonal de vuestro jefe, al que dar seguridad y serenidad a fin de que en la obra que coordináis todo marche a la perfección, nadie se lamente, los equipos trabajen sin problemas, y sobre todo los trabajos se conviertan en aquello que la empresa había predeterminado en la fase del presupuesto.
Una vez definido esto, tendréis bien claro vuestro objetivo: convertiros en un perfecto jefe de obra...
La importancia de una figura de este tipo no viene dada sólo por la coordinación de la obra, sino sobre todo por la capacidad de poder ser un buen interlocutor entre los clientes, el titular de la empresa, la administración y los obreros.
Vuestras capacidades deberán ser: dinamismo y sentido de adaptación. Es por esto que deberéis estar abiertos para recibir consejos y hábiles al decidir la mejor elección que producirá compensaciones en la empresa para la que trabajáis. Deberéis estar preparados para planificar los trabajos futuros y, sobre todo, ser decididos y estar seguros de vosotros mismos sobre el terreno. Tener una visión clara del trabajo que hay que llevar a cabo y saberlo programar con anticipación (al menos 3 meses): es esto lo que debe hacer siempre un buen jefe de obra.
En los siguientes capítulos os explicaré las distintas conexiones entre los trabajos, los calendarios y las informaciones necesarias para elaborar el crono programa; un importantísimo instrumento que, si es cumplimentado con la debida atención, será uno de vuestros mejores aliados.

Un día cualquiera
Aunque os resulte extraño, bastan 30 segundos para comenzar la jornada de la manera adecuada; el tiempo necesario para estimular la glándula pineal (glándula que trabaja en función de los ciclos luz/oscuridad liberando dos hormonas principales: serotonina y melatonina).
La serotonina es activada por la luz y he aquí algunas de sus funciones:
1) Nos vuelve atentos y vigilantes;
2) Estimula el aprendizaje y la memoria;
3) Aumenta la consciencia y la concentración;
4) Regula el equilibrio emocional y estimula el buen humor;
5) Estimula la fisiología del cuerpo y la coordina con el nivel energético.
¿Cómo estimular, por lo tanto, la glándula pineal?
Basta con que la primera cosa que hagáis por la mañana sea esta: abrir las ventanas y dejar entrar la luz. Non sólo dentro de la habitación, sino, durante unos treinta segundos, incluso dentro de vosotros mismos; permaneced allí, a la luz (probadlo, no cuesta nada).
Esto es necesario, en la obra, todos los días, se debe planificar cada cosa, poniendo siempre todo por escrito; incluso el más pequeño trozo de papel cuenta y debe ser conservado en el archivo de la obra. Estos apuntes serán muy útiles para elaborar la contabilidad de fin de mes.
Como jefes de obra deberéis llegar siempre antes para dar una vuelta por la obra y comprobar que todo está como se dejó la noche anterior.
Acabado el recorrido de control hablad con el equipo, intentad organizarlos enseguida, ajustad la jornada como la habéis pensado, escuchad las posibles objeciones que, si son justas, pueden volverse útiles en futuros trabajos, (a veces quien ejecuta manualmente el trabajo ve mejor los problemas e intuye cómo resolverlos).
Id con el equipo al lugar de trabajo, nunca dar las indicaciones por teléfono o alejados del desarrollo de los trabajos.
Debéis ser la figura de referencia en la obra y por tal motivo vuestra presencia será fundamental ya sea al comienzo (momento dedicado a la explicación de los trabajos), como durante la ejecución (momento dedicado a la supervisión y al control de los trabajos) intentando dar seguridad a quien trabaja bajo vuestras directivas.
No deis nunca demasiada confianza a los obreros, a los proveedores y a los inversores, porque puede suceder que, en el momento en que debáis imponeros sobre ellos, por un trabajo, os sentiréis culpables y llegaréis a compromisos fáciles que no rendirán económicamente lo que habíais previsto.
En la oficina (la barraca de la obra), llevaréis a cabo los trámites rutinarios que serán:
1) Compilar el diario de los trabajos;
2) Organizar y desarrollar el trabajo técnico (llamadas, contabilidad, presupuestos, ofertas, programar los trabajos, diseñar, etc.,);
3) Mantener en orden la obra, aunque seamos unos desordenados, al menos para dar buen ejemplo. A última hora de la tarde deberíais saber ya qué hacer al día siguiente y actualizar para vosotros y para el resto el programa laboral, que por lo general ha sido elaborado mensualmente, pero, cada día, con mucha probabilidad, será necesario confirmarlo o modificarlo en base a posibles retrasos o imprevistos, (puede que también por adelantos en las entregas, lo que no estaría nada mal).
Con respecto a las relaciones con la Dirección de la obra y con el promotor, sería oportuno estar siempre presente en las reuniones que se hacen durante los trabajos, lo que es fundamental para resolver problemas tanto de carácter técnico como económico.
Deberíais buscar siempre una solución en tiempo real a los problemas que surgen durante estas reuniones, si es posible haciendo uso de vuestra experiencia, o bien interpelando a vuestros superiores para una aprobación con respecto a la continuación de los trabajos, con el fin de evitar retrasos que harían perder tiempo y dinero.

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