domingo, 20 de septiembre de 2020

Veneficus, el Embaucador de Piko Cordis - Primeras páginas


Marquesa de Morvan, cuando hayáis leído esta carta habré cruzado la frontera francesa. Voy a ver a la baronesa Von Wiffen que habéis conocido en el baile de Bordeaux. La duquesa de Beaufortain ha usado todo su poder para hacerme huir de París, de Versalles y de todos. Aquellos a los que creía amigos son mis detractores más duros. Si Dios quiere espero que sigáis siendo mi amiga y confidente. Mathis Armançon

Francia, verano de 1781

El castillo del marqués de Villedreuil era la referencia para todos los aristócratas que hacían de la frivolidad su modus vivendi. No ser invitados a aquella magnífica mansión donde incluso sus Majestades habían sido hospedadas, significaba ser un noble provinciano. El salón donde tenía lugar la recepción era lujoso y luminoso. El techo, lleno de frescos llevaba la firma de una escuela pictórica italiana, reproducía temáticas bucólicas que daban al ambiente un estilo refinado. En las paredes, tapicería de damasco rojo. Desde el techo colgaban arañas con varios círculos superpuestos, donde los cristales de prisma reflejaban la luz de las velas colocadas alrededor.
La duquesa Flavienne llevaba puesto para la ocasión un vestido de color rosa intenso orillado de organza azul turquesa mientras que el conde Mathis Armançon llevaba un traje color tabaco. El joven, desde hacía tiempo, se relacionaba con la noble Flavienne de Beaufortain, poderosa y rica dama de mediana edad. Aquella tarde una multitud de personas abarrotaban la mansión del señor Jean-Baptiste de Villedreuil, una construcción de origen medieval con modificaciones de varias épocas. El esplendor de los mármoles, molduras, piedras labradas y ornamentos miniados, consagraban el orgullo y la gloria de la poderosa familia que lo habitaba. El linaje Villedreuil se enorgullecía de su descendencia nobiliaria que incluía valientes generales involucrados en batallas y guerras al lado de los reyes de la dinastía Capeto. Un noble de esta dinastía era recordado por haber estado entre aquellos que salvaron al soberano Luis IX del rapto tramado y dirigido por el conde de Bretagna.
Conde, ¿vislumbráis a la marquesa de Créquy? ―preguntó madame Flavienne a su acompañante acariciándole la mano.
No, desde aquí no consigo verla, os dejo un momento para buscarla.
La duquesa, que se había agenciado una copa de Chablis, lo degustaba complacida, encantada por aquel suave néctar obtenido de uvas amarillentas de Borgogna.
El conde llegó hasta su benefactora avisándole de la llegada de la marquesa.
Las dos amigas, después de efectuar los saludos de rigor, se pusieron al día.
Duquesa, estoy muy contenta de volveros a ver y de tener la oportunidad de hablar con vos. Soy la embajadora de mi amado primo el cardenal de Rohan que os hace oficial la invitación a su castillo de Saverne para conocer al Gran Maestro Cagliostro, su invitado de honor. Como ya hace tiempo habéis solicitado, seréis recibida dentro de un mes. Su Excelencia ha hecho de todo para organizaros una semana en compañía de las personas que vos deseáis y de Alessandro Cagliostro.
La dama tomó de manos de la marquesa la invitación tan esperada para luego dársela al conde Mathis. Las dos damas continuaron conversando placenteramente para, a continuación, unirse a los otros huéspedes y proseguir la velada en su compañía. El conde guardó cuidadosamente en el bolsillo de la casaca la invitación para Saverne del cardenal y en la primera ocasión que tuvo a solas con la duquesa, durante la velada, volvió a retomar la conversación:
Al final habéis conseguido alcanzar el objetivo que desde hacía tanto tiempo os habíais prefijado, me complace. Ahora os esforzaréis para llevar a cabo los diversos proyectos que más os preocupan. Pero, decidme, ¿qué sabéis de Cagliostro?
Poseo alguna información sobre él, es huésped en el castillo de Saverne de mi amigo el cardenal Rohan desde hace un año y se esfuerza para sanar a las personas. Con sus artes y sus experimentos satisface las expectativas de mi amigo.
La duquesa miró a su alrededor derrochando sonrisas de circunstancia a los invitados que le demostraban su benevolencia y con un movimiento de la cabeza les respondía satisfecha. Respondió el conde con un gesto de desilusión:
Las noticias con respecto a él, comprendidos los diversos chismes, son las que todos saben, me muero de ganas de conocerlo ―exclamó con una mirada cómplice en dirección a Mathis.
¿Habláis así porque querríais aprovecharos de sus poderes por alguna razón?
Es verdad, conde, no os equivocáis, es más, estoy meditando una estratagema para poder rehacerme de un intolerable incumplimiento.
El conde levantó una ceja intuyendo las astutas intenciones de la duquesa. Cambiando de tema señaló a una dama que llamaba su atención.
¿Habéis notado el entusiasmo de madame de Lamballe? Sus ojos están brillantes de felicidad...
Creo que sé porqué están tan radiantes. Está a punto de organizar una fiesta que, como de costumbre, hará de tapadera a los deseos de la reina.
¿Esperáis una invitación también para nosotros dos? ―replicó inmediatamente el conde.
¿Por qué dudáis todavía de mi indiscutible comportamiento, mi dedicación a la Corte, como mis relaciones de salón, no os han hecho entender lo que yo represento? Sabéis bien quién soy, no lo olvidéis. La protección de la soberana me interesa mucho.
La duquesa se acercó a los otros nobles para rendir homenaje a la princesa María Teresa Luisa de Savoia - Carignano, viuda de Luigi Alessandro di Borbone, príncipe de Lamballe, en ese momento amiga íntima de la reina María Antonietta. Mientras tanto la sala había sido enriquecida con nuevas personalidades prominentes y los dos cómplices se mezclaron con los otros huéspedes, la duquesa se informó sobre los acontecimientos de moda durante la estación, el conde emprendió una conversación sobre la literatura inglesa con algunas damas.
La condesa Chalons, amiga de la duquesa, después de haber expresado su opinión sobre los nobles que intervenían en la fiesta, con su elocuencia, puso en conocimiento de la amiga un último chisme.
Me han dicho, querida amiga, que el conde Cagliostro se quedará en la mansión del cardenal Rohan durante mucho tiempo y que os invitará a pasar unos días en su compañía en Saverne.
¿Cuándo debería ocurrir eso que afirmáis?
Perdonad, pero no he acabado, debéis saber también que la recepción de la princesa de Lamballe, por encargo de la reina, se desarrollará en los mismos días en que el emperador Giuseppe II estará en Francia.
¿El hermano de nuestra reina estará en la corte?
Sí, ha sido confirmado. Sin embargo, pienso que para vos será complicado escoger entre la reina y Rohan, no se le puede decir no a ninguno de los dos.
La observación de la condesa llamó la atención de su interlocutora que, en ese momento, fue asaltada por un increíble dilema y, para no ser tomada por sorpresa, respondió:
Confiad en mí, querida amiga, no cometeré errores diplomáticos. La circunstancia me obligará a una elección pero, no lo dudéis, escogeré de la mejor manera.
Después de decir esto, la duquesa y la condesa se separaron. Pero, mientras tanto, la angustia se había introducido en la cabeza de la noble dama. Ella no podía estar en dos lugares al mismo tiempo, de todas formas creyó que sabría cómo actuar. La velada transcurrió alegremente entre manjares soberbios y bebidas añejas. El conde Mathis se entretuvo con el dueño de la casa conversando de esgrima. Jean-Baptiste se enorgullecía de una prestigiosa colección de armaduras y, vanidoso como era, quería mostrárselas al joven. Las dos salas del tesoro incluían una miríada de panoplias y corazas dispuestas sobre un lado de la pared, una serie de yelmos con cimeras y otros de tipo barbuta1. Los pertrechos completos, pertenecientes a personajes ilustres de la historia, se apoyaban sobre tapices provenientes de Savonnerie.
El marqués de Villedreuil, como sus antepasados, amaba la confrontación en el campo, las campañas militares, pero también las reuniones mundanas y los bailes, subyugado por aquella vanidad de la que no podía sustraerse. A última hora de la tarde, después de las diversiones y los juegos de cartas, Mathis y la duquesa decidieron tomar el camino de vuelta a casa. Durante el trayecto en la carroza la mujer, más resuelta que nunca, pidió al joven que cumpliese una misión en su nombre.
Conde, sabéis perfectamente cuánto me fío de vos, por desgracia debo poneros al corriente de que, durante los días de fiesta de la princesa de Lamballe, no estaremos juntos...
Madame, ¿vais a dejarme sólo en vuestro castillo?
No he dicho esto, vos no vais a estar solo en mi mansión. Es más, tendréis mucho que hacer, trabajaréis para mi demostrándome vuestra lealtad.
El joven insistió:
¿Qué queréis decir exactamente?
Esos días vos iréis al castillo de Saverne y, justo en ese lugar, conoceréis a muchas personas entre las que se encuentra el conde Cagliostro. Lo que quiero es un informe detallado de lo que ocurra y, sobre todo, desearía también poseer algunas de sus pociones para mis fines.
El conde se quedó en silencio escuchando con solicitud las instrucciones de la mujer, comprendiendo que la duquesa había decidido no aceptar la invitación de Rohan.
Sí, haré como ordenáis, pero no os escondo la desilusión que me provoca el alejarme de vos.
Mi queridísimo Mathis, después de todo sólo deberéis ser paciente durante unos días.
¿Unos días? –exclamó desesperado el noble
Sí, lo habéis entendido, pero no os angustiéis, veréis como la diversión no os va a faltar, sin embargo, cuidado, debéis recordar siempre que estaréis allí para desempeñar una misión que es muy importante para mí.

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miércoles, 16 de septiembre de 2020

El aroma de los días de Chiara Cesetti - Primeras páginas

―¡Gracias a Dios! Ha terminado
¡Qué noche, qué noche!
Las dos mujeres se movían nerviosas intentando poner orden entre los objetos esparcidos por la cocina. Se paraban de vez en cuando sin motivo, arrugando con nerviosismo el delantal con las manos o apartando de los ojos un invisible mechón de cabellos.
Es un milagro que haya acabado bien.
―¡Qué va! No es un milagro ―. La voz del doctor Marinucci les hizo volverse de golpe hacia la puerta. ―No es un milagro, Ada, Ha sido un parto largo pero no arriesgado. Giulia ha sufrido pero se recuperará enseguida y el niño está sano y es fuerte. Y ahora, ¡preparadme un buen café! ―dijo batiendo las manos.
La sonrisa del médico deshizo en un instante la tensión y por primera vez Ada y María comenzaron a saborear la esperada alegría que es el nacimiento de un niño. Desde la ventana entró el primer rayo de sol.
El invierno había sido largo, casi interminable, pero el día en que nació Antonio un templado sol prometía una reposada primavera. Las preocupaciones de la noche habían dado paso a la satisfacción por el jubiloso acontecimiento. A los ruidos inquietos de las horas precedentes les había sucedido un silencioso respetuoso por las fatigas vividas por la madre. Ahora Giulia reposaba al lado del niño de cabellos y ojos oscuros. El pequeño tenía la forma ancha de los ojos de ella y el color oscuro del padre. Los minúsculos labios fuertemente cerrados en una mueca sin expresión le daban el aspecto dudoso de quien, totalmente indefenso, ha caído sin quererlo en un lugar desconocido. Giovanni tenía miedo de tocarlo. 
Estaba envuelto en mantas, bien fajado, abrigado por una de las innumerables colchas de lana que las tías habían confeccionado para él.
―Cógelo en brazos ―le dijo Giulia.
―No, no. Es tan pequeño ―respondía mientras miraba con temor la pequeña cabeza que colgaba todavía inerte. Ella reía por su miedo y haciendo cosquillas en el mentón del niño conseguía ya arrancarle una sonrisa.
Era una mujer bastante pequeña de estatura, con un cuerpo bien proporcionado que la hacía parecer más alta de lo que era en realidad. En el rostro, no especialmente hermoso, encuadrados por espesas cejas, resaltaban luminosos sus ojos color avellana en los que la vivacidad se veía contenida, a duras penas, por el esfuerzo de reflexionar antes de hablar. Se transparentaba a través de su persona una solidez de las propias convicciones que le hacían de escudo contra las dificultades cotidianas y, a pesar de que todavía era muy joven, tenía la silenciosa capacidad de conquistar su lugar en cualquier circunstancia. 
Giovanni, en cambio, era alto, casi poderoso, y era, según decían todos, un hombre hermoso. No pocos se habían asombrado cuando había pedido a Giulia casarse con él pero sólo porque no sabían leer en su alma. La había conocido en casa de un pariente común y enseguida había sentido en aquella pequeña mujer algo que no encontraría en ninguna otra. Por su parte, Giulia, había experimentado una fuerte atracción, bien disimulada en presencia de los otros, pero que le llenaba el alma y, a veces, de manera repentina e incontrolable, desbordaba en las miradas que posaba sobre él.
Se habían casado pocos meses después de su encuentro, el doce de mayo del año 1906. En las fotos de la boda la esposa era sólo un poco más baja que el marido porque quien hizo el retrato insistió en subirla a un pequeño taburete. Se habían ido a vivir con la familia de Giovanni: el padre y las dos hermanas solteras, Ada y María, en una casa en las afueras del pueblo. Al principio Giulia se sentía observada y juzgada: diariamente debía superar un examen ante los ojos de los nuevos parientes. Comprendió enseguida cuáles eran los límites de cada uno y luchó silenciosamente para conquistar su espacio.
De esta manera, día tras días, entre las palabras no dichas que se materializaban en pequeños gestos mudos, las rápidas alusiones de las miradas y las preocupaciones cotidianas, cada uno modificó un poco su manera de actuar y la casa aguantó la presencia de tres mujeres.
Las cuñadas aprendieron enseguida que los silencios de Giulia eran muy locuaces y comenzaron a temer sus opiniones, sin que, por otra parte, pudieran culparla de nada, dado que no recibían ni la más pequeña descortesía por su parte. Y mientras las dos hermanas intercambiaban sus impresiones y manifestaban su descontento, Giulia ni siquiera le mostraba sus pequeños temores al marido. Giovanni no se dio cuenta de las pequeñas luchas subterráneas que ocurrían entre los muros domésticos y por la noche podía gozar de la cálida presencia de ella sin preocupaciones, cada vez más consciente y casi asombrado por la fuerza íntima de su pequeña mujer.
Pocos meses más tarde el viejo Antonio Barrieri murió serenamente en su cama. Se dieron cuenta las hijas por la mañana cuando, como de costumbre, subieron a su habitación para llevarle el desayuno. El dolor fue mitigado por la convicción de que el anciano señor se había marchado sin sufrir, con la satisfacción de saber que pronto tendría un heredero. Desde hacía ya unos años había dejado por completo la hacienda en manos del hijo y las cosas, también después de su muerte, continuaron exactamente como antes.
La casa era grande, una de las más grandes del pueblo, circundada por terrenos propiedad de la familia. Con dos pisos, con las ventanas del desván permanentemente cerradas, el gran portón de la entrada coronado por el balcón con la balaustrada de pequeñas columnas grises, dominaba el valle hasta el río que delimitaba la propiedad. A la derecha, más abajo, estaba el bosque, donde los animales pastaban libres: caballos, vacas, cerdos que eran cuidados y vendidos, porque los Barrieri, además de ser labriegos, eran tratantes de ganado.
El nacimiento del pequeño Antonio convirtió a Giulia en patrona absoluta de la casa. Las tías estaban ya preparadas para ceder el cetro a las manos de quien había dado a la familia el fruto precioso de su femineidad. Aquella maternidad que a ellas le había sido negada, les había hecho reconocer la indiscutible superioridad: se sometían al pequeño que dormía tranquilamente arriba y, en consecuencia, a su madre. Por su parte la joven mujer no dio nunca la impresión de aprovecharse de su condición y silenciosamente, con el tiempo, ordenó y guió la vida de la casa según sus deseos.
Durante los siguientes cinco años nacieron otros tres hijos: Clara, Agnese y Luciano, y se necesitó la ayuda de todos. Clara era igual que el padre. El cabello negro y rizado, la piel dorada y luminosa, los ojos de un indefinido verde oscuro y el porte erguido habían hecho siempre de ella una hermosísima criatura. De su actitud resaltaba un control y una inflexibilidad que ponía freno a cualquier pelea con ella. La madre, cuando la miraba, pedía al cielo que en la vida hiciese siempre las elecciones justas, porque sabía que nadie conseguiría disuadirla de sus ideas. Ni siquiera para ella era fácil llegar hasta el fondo del alma de su hija. A veces, con aprensión, en medio de una discusión, la veía aislarse en sus pensamientos, excluirse voluntariamente de las conversaciones y seguir su sentimiento escondido, para luego volver, con esfuerzo, por si misma y participar en la conversación. Casi como creándose una coartada con respecto a los otros, para no ser interrogada sobre su silencio.
Una tarde, tenía poco más de tres años, estaban todos sentados alrededor de la mesa para cenar. La cocina estaba bien iluminada y calentada por el fuego de la gran chimenea. La habitación se comunicaba con un amplio vestíbulo oscuro en el fondo del cual había una puerta de entrada de la casa y a mitad del pasillo la escalera llevaba a las habitaciones de arriba. Todos estaban en torno a la mesa. La niña, silenciosa como de costumbre, estaba sentada con la espalda vuelta hacia la entrada. De repente emitió un grito y bajó de la silla.
–¿Qué pasa? ¿Qué sucede?

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miércoles, 9 de septiembre de 2020

LA SORELLA DI MOZART di Rita Charbonnier -RECENSIONE

 

Questo non è stato un libro facile da leggere, quantomeno per me. Le biografie, neanche quelle romanzate, non mi piacciono un granché. Ma ci ho provato. Sono riuscita a finirlo. Mozart, scusatemi, è stato un musicista che non ho potuto mai sentire senza innervosirmi. Avevo letto qualcosa riguardo la sua vita. tuttavia, il rapporto tra lui e sua sorella era qualcosa di sconosciuto per me. Così ho preso il libro molto incuriosita. Alla fine, mi è piaciuto.

Ma non per il linguaggio, né la storia d’amore tra Nanerl e Armand. Mi è piaciuto perché credo che Rita Charbonnier è riuscita a descrivere la lotta interna delle donne intelligenti e coraggiose di qualsiasi epoca: provare disagio nei confronti della società che vede loro soltanto come madri e spose, sentire la diffidenza che la famiglia prova nei confronti dei loro sogni di indipendenza, di sviluppo delle loro personalità, di poter svolgere una vita che sia piena e bella.

Nanerl deve lavorare come professoressa di piano affinché il fratello, un genio della musica (anche lei è allo stesso livello del fratello) possa viaggiare per l’Europa insieme al padre. Nanerl sembra scontrosa con l’intero mondo, ma, veramente, è arrabbiata con sé stessa perché non si è ribellata con tutta la sua forza contro quelli che hanno infranto i suoi sogni, che non le hanno permesso di essere libera.

A metà del romanzo non si sa ancora quale sarà il finale di Nanerl. Ma lei riuscirà a sollevarsi dalla sua sofferenza, a rompere gli argini che la società e la famiglia (prima, il padre; poi, il fratello) hanno cercato di mettere intorno a lei per trattenere la sua forza e la sua voglia di vivere.

Ce la farà o meno? Leggete il libro e riuscirebbe a conoscere lo sviluppo di una donna così speciale.

Nanerl, comunque, ce l’ha fatta. Ha sposato un uomo che la capisce e durante qualche anno ha fatto la sposa e la madre. La morte di Amadeus è il colpo definitivo per farla capire qual è stato il suo destino da sempre, forse si è convinta a non andare avanti con la sua carriera di musicista, forse ha creduto veramente che diventare la persona che avrebbe diffuso l’opera di Amadeus fosse stato il suo vero scopo nella vita.

lunes, 7 de septiembre de 2020

SONETTI AL VELENO di Emanuela Dal Pozzo - RECENSIONE


 Sonetti al veleno, il primo romanzo che ho letto di Emanuela dal Pozzo, mi è piaciuto tantissimo. A fine lettura mi sono chiesta: ci sarà un secondo libro?

Sia la trama sia l’ambientazione mi hanno ricordato un capolavoro della letteratura italiana del XX secolo: Il nome della Rosa, di Umberto Eco, ma non considero questo romanzo nè banale, né una brutta copia di quello del maestro Eco.

Piuttosto Sonetti al veleno mi sembra un degno successore del famoso romanzo.

Pur nelle diferenze lo spirito rimane: due conventi, degli strani omicidi, una pergamena, un assassino.

Che il viaggiatore sia Estrella, una donna, dà al romanzo un senso di modernità. La lotta delle donne è la stessa da secoli: la loro independenza, la loro educazione, lo sviluppo personale. Estrella è un personaggio speciale, con una vita speciale, e forse bizzarra, una vita da viandante in cerca dell’amore e del suo destino.

Nel suo percorso incontra personaggi diversi per carattere e qualità: supponenti come l’abate, generose come Frate Cesare e superstiziose come la badessa, temibili e infide come quelli che alle sue spalle tramano nell'ombra.

Ma Estrella se la caverà benissimo, come l'autrice.


domingo, 6 de septiembre de 2020

LA LUNGA OMBRA DI UN SOGNO di Roberta Mezzabarba - RECENSIONE


Questa è la storia particolare di una donna molto speciale: Greta.

Greta è una giovane donna, sui trent’anni, che abita in un piccolo paese sulle sponde del Lago di Bolsena, lavora nell’ufficio di un notaio e non è tanto felice come avrebbe desiderato. C’è qualcosa nel suo passato che non la lascia in pace, che la perseguita e la avvolge. Mentre si reca per lavoro sull’isola Bisentina, perla del Lago di Bolsena, conosce un ragazzo, un marinaio. Sembra che tra loro possa nascere qualcosa di bello, ma Greta è bloccata da un segreto che non ha condiviso mai con nessuno.

Questo segreto, questo sgomento che non la lascia svolgere come persona e come donna ha la sua origine sull’isola dov’è nata: la Sicilia.

Così la giovane donna decide di ritornare alle sue radici.

È un percorso fisico ma anche dell’anima perché deve capire, deve perdonare e perdonarsi affinché la sua vita abbia un senso, affinché possa svilupparsi in tutta la sua bellezza.

I rapporti con sua nonna e con i coloni che abitano a Ponte Agro, una tenuta dove si coltivano limoni e che lei ha ereditato da sua madre, non sono affatto facili ma Greta se la caverà benissimo. Si alzerà sui pregiudizi di tutti, sul come deve essere l’atteggiamento di una donna per bene.

Lei ha uno scopo che non deve dimenticare: capire se stessa e lottare per la sua felicità, dimenticare la ragazza che era scappata dalla Sicilia e diventare la donna che vuole essere. Una donna autonoma, forte, che sa ciò che vuole e come raggiungerlo.

Greta si ribella contro il ruolo della donna siciliana pacata, intimorita dagli uomini, senza personalità, senza il diritto a esprimere il proprio parere. Greta non vuole essere una donna usata dagli uomini e abusata dalle sue uguali.

Lei diverrà una di quelle donne che cadono e si alzano e ricadono un’altra volta ma che, finalmente, trovano il loro posto nel mondo, diventando finalmente una donna libera.

sábado, 5 de septiembre de 2020

UNA NUOVA VITA di Danio Mariani - RECENSIONE


Piccolo gioiello giallo. Avrei potuto fermarmi qui e lasciare che gli altri lettori leggessero il libro, forse queste tre parole avrebbero potuto incuriosirli, o forse no. Ed è proprio per questo che dovrò dire qualcosa in più.

Un giallo non è tanto facile da scrivere come si pensa. Ci vuole uno schema molto preciso affinché tutto vada liscio, il lettore non si annoi e continui a leggere fino all’ultima riga del libro. Danio Mariani ci riesce, e come!

L’eroe: un maresciallo in pensione per un incidente di lavoro: Antonio Molinaro.

La chiamata dell’avventura: un ex-poliziotto, Vito Bonfiglio, scrive una lettera e gli chiede di andare da lui per un piccolo soggiorno. Molinaro, che è rimasto su una sedia a rotelle, ci pensa un attimo ma poi prende il treno verso la Sicilia. Arrivato alla dimora del suo amico scopre la vera ragione per cui è lì.

Il rifiuto della chiamata: Vito Bonifiglio vuole che Molinaro faccia confessare a un capo della mafia i suoi delitti, perciò dovrà lavorare come infiltrato. Molinaro non vuole, rifiuta la richiesta dell’amico. È molto arrabbiato. Lui è un difensore della legge, ha sempre seguito le norme e questo che gli propone il suo amico è un affronto per la sua vita di carabiniere onesto.

L’assunzione dell’avventura: finalmente Molinaro dice di sì.

Da qui in poi il libro Una nuova vita di Danio Mariani va avanti con lo svolgimento chiamato Il viaggio dell’eroe: il varco della prima soglia; prove, amici e alleati, avvicinamento alla caverna più recondita, prova centrale, ricompensa, via di ritorno, resurrezione e ritorno con l’elisir.

Ma Danio Mariani non ha riempito queste tappe in maniera meccanica. Ha creato dei personaggi molto realistici e la trama coinvolge il lettore dal primo istante in cui conosce Molinaro. Cosa potrà fare un poliziotto invalido per aiutare il suo amico a mettere in carcere un criminale nelle sue stesse condizioni fisiche? Come farà per ottenere la confessione di questo boss che è ricoverato in un ospedale speciale e che, per giunta, è sorvegliato sia dalla polizia che dai gorilla che non lasciano a nessuno avvicinarsi al loro capo? Come farà a scoprire chi sono gli amici e, invece, quali sono i nemici che gli metteranno delle trappole affinché non riesca a raggiungere il suo scopo?

Se volete sapere tutto questo e anche di più, dovreste leggere il libro di Danio Mariani che, con un linguaggio semplice e con pennellate di ironia, racconta una storia coinvolgente e anche divertente.

E come può essere divertente un giallo il cui protagonista è un ex-carabinieri su una sedia a rotelle? Ad esempio, l’incontro con Buonfiglio:

Benvenuto a Monreale, maresciallo (…) Grazie, Vito (…) Ti presento la mia nuova amante (…) non disturba, non ti rimprovera quando alzi un po’ il gomito ma, soprattutto, non ti prosciuga il conto in banca.

Se volete sapere come finisce… leggete il libro.

viernes, 4 de septiembre de 2020

ELDA. VITE DEI MAGNIFICI PERDENTI di Maria Adele Cipolla - RECENSIONE

 RECENSIONE – ELDA. VITE DEI MAGNIFICI PERDENTI

AUTRICE: Maria Adele Cipolla

Scrivere la recensione di un libro non è mai facile. E recensire un libro speciale come “Elda. Vite dei magnifici perdenti” della scrittrice Maria Adele Cipolla, può essere davvero difficile.

Il libro è complicato da capire? Il libro ha un linguaggio troppo specialistico o pieno di parole colte? Il libro ha un ritmo troppo lento o risulta pedante? No, assolutamente, no.

È giusto per la sua semplicità, per il suo linguaggio pulito e accurato, perché parla di cose note a tutti, anche a una spagnola come me, che non è così facile raccontarvi di Elda e della sua famiglia.

Ma cercherò di farlo.

Attraverso quest’opera ci viene racconta la Storia del periodo più convulso della Sicilia, quello tra gli anni 30 e gli anni 90 del ventesimo secolo.

Ogni personaggio ha un ruolo preciso, ad esempio:

Wanda e Guglielmo, i genitori di Giulio e Elda, sono il ritratto della borghesia degli anni 20 e 30 che brama vivere accanto ai nobili e mischiarsi ad essi. Hanno una vita sociale intensa e che ha la priorità su tutto, difatti la cura dei loro figli ricade sulla sorella di Guglielmo, zia Teresa.

La zia Teresa è quella che porta i bambini in spiaggia, che non si è sposata e abita con la madre e i fratelli in un appartamento in affitto. È quella che gioca con i ragazzi. La crema Nivea, il pranzo sulla spiaggia, la Singer a pedale… Ed è la prima a ribellarsi dal ruolo di zitella senza futuro che tutti le cuciono addosso arruolandosi nel corpo di volontarie della Croce Rossa.

Elda invece è una ragazza che si innamora di un aristocratico, Augusto, attraverso il quale conosce la vita delle famiglie benestanti, che vivono la guerra come se non li riguardasse, ma anche la vita miserabile dei loro braccianti e delle famiglie che lavorano per loro: Una volta si andò alla stalla a visitare un vitellino appena nato e Elda rimase senza parole accorgendosi che in un pagliericcio non lontano da quello delle bestie c’era il giaciglio di un bambino con la testa enorme, il moccio nel naso e gli occhi cisposi tormentati dagli stessi insetti che frequentavano gli escrementi delle vacche.

Giulio, il fratello di Elda, è un giovane uomo che vuole farsi una vita tutta sua e diversa da quella del padre.

Attraverso questi personaggi e di altri come Pietro e Ignazio, Ottavia, il Duca, la nonna Emma e i figli di tutta questa generazione che ha vissuto la seconda guerra mondiale e anche il dopo guerra, Maria Adele Cipolla ci parla della sinistra italiana e della lotta delle famiglie siciliane per farsi un futuro, ci racconta la crescita personale di un popolo, mostrando fatti che abbiamo solo letto nei libri di storia: il voto e l’accesso al lavoro delle donne, la lotta femminista e anche contro il maschilismo nel lavoro, i feudi, la lotta contro la mafia e la droga.

Elda. Vite dei magnifici perdenti” è un libro scritto in maniera scorrevole e coinvolgente, che ti porta dritto nella storia di questa famiglia tanto speciale, costringendoti con naturalezza a riflettere sugli eventi di questo periodo storico.

La storia di Maria Adelle Cipolla inoltre non è solo la storia della Sicilia, ma dell’Italia e di tutta l'Europa. È il ritratto di tutti i giovani degli anni settanta e ottanta, senza alcuna differenza.

Come non sentirsi coinvolti da un ritratto così semplice e veritiero? Come non lasciarsi coinvolgere dai fatti raccontati che si mischiano ai propri ricordi? Impossibile.


jueves, 3 de septiembre de 2020

LEGÀMI de Roberta Mezzabarba - RECENSIONE


RECENSIONE: LEGÀMI di 
Roberta Mezzabarba. Il secondo romanzo di questa scrittrice ha vinto diversi premi letterari.

LEGÀMI. Ci sono legàmi di diversi tipi: Legàmi di sangue, legàmi di amicizia, legàmi d’amore. In questo libro Roberta Mezzabarba, tramite il personaggio di Guglielmo Rigoberti, ci parla in maniera accurata e chiara di tutti questi legàmi.
Guglielmo è un ventenne che vive una vita normale: è bello, forte, gentile, frequenta l’università e va in palestra. Un giovane come altri tanti che vivono in una città qualsiasi.
Sta per finire l’anno 1999 e Guglielmo, come tutti i suoi amici, andrà a festeggiare la fine del Milennio. Ha una fidanzata, Gemma, una ragazza carina e gentile. Tutto è a posto, tutto tranne che i suoi genitori non sono proprio i suoi genitori. Lui è stato affidato ai Rigoberti la notte di San Silvestro dell’anno 1979, giusto venti anni fa. Angelica sua madre glielo svela prima che lui vada da Gemma e Guglielmo rimane sbalordito da questa notizia. Un ciondolo e una vecchia Bibbia è tutto quello che resta della sua madre naturale, gli dice Angelica. Guglielmo se ne va con Gemma, il suo cervello gira e gira pensando alle parole dette da sua madre... adottiva. Perché gli hanno mentito in tutti questi anni? Come si chiama la sua madre naturale e perché l’ha abbandonato?
Guglielmo e Gemma arrivano alla festa di Capodanno. Il posto è affollato: ragazzi e ragazze che indossano abiti strani e travestiti in mille modi diversi si divertono, la musica è assordante. Tra pochi minuti il vecchio Milennio non ci sarà più. Guglielmo si sposta per prendere due bicchieri di champagne mentre Gemma rimane seduta su un divanetto. Quando Guglielmo ritorna Gemma non c’è. Il ragazzo si siede sul divano, sta pensando a tutto quello che gli ha detto Angelica e, all’improvviso, una ragazza bruna si siede accanto a lui.
Da questo momento Guglielmo comincerà un’avventura insieme a questa ragazza sconosciuta che lo porterà fino alla follia... o quasi.
Da questo momento, il romanzo prende un ritmo frenetico, pieno di scene strane e drammatiche, e Guglielmo è trasportato come se fosse una bambola senza volontà. C’è qualcosa di sinistro in questa ragazza, Luana, e anche in suo padre Lucio.
LEGÀMI è una storia che parla dei sentimenti umani, del destino, degli uomini e donne che cercano di vivere la loro vita ma che, però, si sentono costretti a fare qualcosa di diverso da quello che pensavano. LEGÀMI parla anche della cattiveria umana, della follia di certe persone per far sí che tutto diventi come loro credono che deve essere, senza curarsi dei sentimenti altrui.
Con questo libro Roberta Mezzabarba ha fatto centro. È riuscita, con parole semplici ma anche tramite belle metafore, a descrivere i sentimenti umani alla ricerca della propria identità, l’amore, l’amicizia e anche i dubbi che, nel corso della nostra vita, hanno assalito tutti quanti. È questo proprio lo scoppo della scrittrice: riflettere sulla realtà in cui siamo sommersi: sarà soltanto un sogno, un incubo o qualcosa che hanno deciso altre persone per noi? Siamo i padroni della nostra vita oppure c’è una forza che ci traccia il sentiero che dobbiamo seguire senza rendercene conto?