domingo, 4 de abril de 2021

LAS CONFESIONES DE UNA CONCUBINA de Roberta Mezzabarba - RESEÑA

Un día serás feliz pero, primero, la vida te enseñará a ser fuerte.

Con esta sucinta frase Roberta Mezzabarba nos resume su libro LAS CONFESIONES DE UNA CONCUBINA. Ya sabemos a lo que atenernos, estamos frente a un libro que promete ser duro, que, seguramente, hablará de la vida de una mujer a la que le pasan cosas terribles, que esa mujer (como se suele decir) tendrá que luchar para alcanzar su equilibrio y la felicidad. 
Pues habéis dado en el clavo. Misia no es feliz, desde su más tierna infancia ha intentado contentar a las personas que le rodean; es decir, ha supeditado su personalidad y sus deseos a los de los otros. Ella no sabe, en estos momentos, que ha sido un error. Las ansias por agradar la han convertido en una persona frágil, sin pensamiento propio, sin voluntad. Se casa porque tiene que hacerlo, las mujeres deben casarse, por lo menos ELLA debe casarse. Y, como sucede a menudo en estos casos, lo hace con el hombre equivocado. 
Misia comienza su vida con ilusión: tiene un marido, tiene un trabajo y además se ha quedado embarazada. Parece la vida perfecta para una mujer. Pero intentar contentar a los otros a costa de la propia felicidad nunca es una buena idea. La gente cambia, quien te prometió amor y respeto se frustra con la vida cotidiana y comienza a mostrar su verdadera personalidad y, como sucede algunas veces, esta frustración la paga con la persona más cercana. Misia encuentra una solución: escribir sus pensamientos en una libreta. Ya que no tiene a nadie con quien compartir sus dudas, sus miedos, sus ansias de libertad, decide escribir, este cuaderno será, durante mucho tiempo su mejor amigo. 
La pérdida del hijo, las continuas peleas y desprecios del marido, la desilusión de verse utilizada sin ningún pudor por un compañero de trabajo, llevarán a Misia a una situación que parece no tener salida. A veces, en estas historias, aparece un ángel guardián, y Misia lo encuentra en otra mujer. Una mujer que la comprende y la ayuda frente a una familia que la desprecia y que, como siempre desde que recuerda, sólo ha querido aprovecharse de ella.
LAS CONFESIONES DE UNA CONCUBINA es una historia de superación de los propios miedos, una historia que nos llegará al alma y en la que muchas podrán reconocerse, una historia que nos enseña que nada es imposible, que resistir a aquello que nos hace daño y luchar es el camino correcto para salir del agujero oscuro que parece no tener fin. 
Lo que me gusta de los libros de Roberta Mezzabarba, ya sea en “La larga sombra de un sueño”, “Lazos” o “La confesiones de una concubina” es su forma de escribir sobre las mujeres, o mejor dicho, sobre la psicología de las mujeres. Roberta Mezzabarba tiene una sensibilidad especial para describir la angustia, la rabia, los deseos y anhelos de las mujeres que se ven constreñidas por factores exteriores a ellas a llevar a sus espaldas una historia dolorosa, una historia que forma parte de ellas, pero con la que no están conformes. Es una historia que las hace sufrir y replantearse su comportamiento frente a ellas y frente al mundo en el que viven. Pero también es verdad que este sufrimientos lo superarán, les servirá de ayuda para saber qué tienen que hacer, cómo deben actuar para cambiar una vida que les resulta insatisfactoria. Las mujeres de Roberta Mezzabarba pueden parecer débiles, al principio, pero encontrarán la fuerza suficiente para salir adelante, una fuerza que tiene su origen en ese dolor interior que durante años les ha acompañado y que no sabían que podían superar, hasta que ha llegado el momento justo, ese momento que pone a prueba su resistencia al cambio, cuando, por fin, se dan cuenta de que esa resistencia es la que les impide progresar, se convierten en verdaderas guerreras, ya nadie las podrá parar. 
Gracias, Roberta Mezzabarba, por todos tus libros.