viernes, 2 de abril de 2021

MÁSCARAS DE CRISTAL de Terry Salvini - RESEÑA

 
La teoría de que todos los humanos portamos una máscara que esconde nuestra verdadera personalidad es tan antigua como la misma humanidad. Desde los chamanes y brujos de los pueblos primitivos, pasando por los trágicos grecorromanos, hasta las teorías de los psicoanalistas, la mascara esconde lo que somos en realidad. En nuestros días, la fiestas de Carnaval y Hallowen, tienen como objetivos encubrir los que creemos que somos para mostrar lo que realmente somos, nuestros deseos más profundos, nuestras ansias y nuestros miedos. La máscara posee esta doble función: encubrir y mostrar. 
Terry Salvini, en su libro Máscaras de Cristal, utilizando la historia de una joven y hermosa abogada, Loreley, describe con maestría esta antigua filosofía de la máscara: Loreley cree saber cómo es y cómo son las personas que la rodean. Partiendo de la premisa de que nada es como parece, que los sentidos nos pueden engañar de tal forma que la realidad está escondida en lo más profundo de cada ser humano, el personaje de Loreley, aprenderá, muy a su pesar, que lo real no existe, que cada persona, incluso la que parece más equilibrada, esconde una vida de la que no está conforme, y lo hace poniéndose una máscara que, a su pesar, se convierte en algo frágil que puede ser roto con facilidad pero no sin esfuerzo. 
Máscaras de Cristal es una novela de misterio al viejo estilo, una manera de escribir que nunca pasa de moda, una trama, aparentemente fútil (Loreley deberá defender a un hombre del asesinato de su novia y todo el mundo lo cree culpable, incluso ella) nos llevará por los meandros de la sociedad neoyorquina, descubriremos las angustias de los que viven casi al margen de la ley y también la de aquellos que se consideran “pilares de la comunidad”. También descubriremos a la verdadera Loreley, aquella que se esconde detrás de la perfecta abogada, de la mujer apasionada pero, al mismo tiempo, con sus perjuicios de clase hacia las personas que forman parte de la sociedad de esta gran ciudad. La máscara de cristal de Loreley se romperá en mil pedazos, conseguirá hacer cosas que nunca hubiera imaginado poder llevar a cabo. El cambio que experimentará nuestra protagonista hará que, uno a uno, el resto de los personajes, a veces a su pesar, tengan que sacarse esa máscaras protectora y dejar mostrar su verdadero ser. 
Un libro que se lee de una sentada porque a medida que, junto con Loreley, descubrimos el misterio que hay detrás de las personas y del brutal asesinato, también reflexionaremos sobre el sentido de nuestra propia vida. El lector se encontrará subyugado por este libro porque no sólo es una novela: es también un libro que hace pensar, que nos pide que nos replanteemos nuestros motivos para hacer lo que hacemos y la manera en que actuamos; un libro que es casi una sesión de psicoanálisis para quien lo tiene entre sus manos. Y eso no es malo, es muy positivo. Aprender a conocernos, a descubrir nuestras auténticas virtudes y defectos no puede sino llevarnos a un enriquecimiento de nuestro ser.